27/10/09

Vianda de Ayer

Llegada a Retiro. Primera llamada de atención: un señor muy aseñorado termina de abastecer su dosis de nicotina matutina y tira su "casi terminado” cigarrillo al piso. Y este cartel de "casi terminado" aparentemente no lo vi yo sola, porque acto seguido un muchacho que pasaba por el lugar, no dudó en hacer valer el "casi" y lo levantó para terminar de fumar la mini-pitada que restaba, con colilla y todo..."- ajá -" dije yo, "- así debe ser todo en Buenos Aires... -". Y así llegué, con un par de horas de retraso, sentada en un banquito estrenando mi mejor "cara de porteña" que tanto ensayé para no pasar por paisana en la gran ciudad...eso para después subir al primer colectivo de línea y no saber dónde poner la monedita...listo…me re vendí, Y lo pero es que eso no fue error de paisana, porque en Bahía hubo coles con monedas, y los sabía usar!, fue mala suerte nada más, se me complicó con un monedero giratorio...
"Camina rapidito y hacete la que sabes a donde vas, siempre". "-Ok-". Eso lo cumplí a rajatabla. Pero lo que no pude evitar fue lo de mirar para arriba buscando el "coso puntiagudo" con cara de boba...y una vez que lo encontré, obvio, la reacción esperada: "ese...COSITO...es el obelisco???". Claro, la mina se esperaba ver una torre Eiffel cualquiera en el medio de la city, y se encontró con un enanín que poco resaltaba entre tantos edificios de chiquicientos pisos. Bueno, sí, me encanta exagerar, pero la verdad es que tuve que reclinar un toque mi cuello hacia atrás para verlo del todo cuando estuve cerquita :P (jejeje).
Los porteños se llevan el premio a la concentración, porque posta que no ven otra cosa que no sea su punto de llegada cuando van caminando por la calle, o cuando están parados o sentados en el colectivo/tren/subte. Fijo la mirada, laaaaa mierrrr!. Casi que me parecía ir en una carrera de obstáculos, porque onda que cuanto más despacio caminas, más invisible sos, y te ven poco y nada, así que agarrate catalina porque te llevan por delante!. Lo mismo que subirse al tren o al subte en horario pico, NIIIUUUMMMMM!!! salís volando a ver quién agarra primero lugar y palo de dónde sostenerse para no terminar en el suelo. Igual nunca falta el que te mira con sonrisita y te hace seña con la mirada para que veas que te está dejando un lugarcito en el aro que cuelga del techo :) . "Vos te pensás que es cómo acá? te pensás que si te perdés le podés preguntar a alguien? allá nadie te responde!! (vos sos pelotuda???)" Ah, no sé, a mi me fue bien preguntandole al señor que vende garrapiñadas, a la señora que pasea al perro y a los que están medio embole vendiendo chicles en un kiosquito, ah! y también algunos choferes me trataron bien, obvio que fue una selección muy fina la que hice...ninguno de estos personajes tenía potencial como para salir corriendo a abusar de mi ultra-cara de "guía T". Y todo parecía guerra y espectáculo. Los colectivos en cada semáforo frenaban y hacían sonar los motores con furor de “Rápido y Furioso” reprimido; y hasta las lucecitas colaboraban porque existe el intermedio amarillo para pasar al verde, onda que ya metas primera de una y no tengas que perder ni un milisegundo para arrancar del todo…
"Vos no sabés lo que es Buenos Aires". Y tenían razón. La docena de personas que me dijo esa frase de mierda antes de ir, todos tenían razón. Obvio que no sabía!, si nunca había pisado suelo porteño. Pero lo que estaba bastante de más era el tono de "ay nena nena, cómo te van a cagar a vos, cómo te vas a perder". Pero igual, gracias. Porque sin tanto asuste antes de la partida, no hubiese habido tanto contraste después, y no hubiese podido disfrutar de los detalles, ni de hacerme la porteña, ni de buscar como en una aventura un lugar oculto en donde poder abrir con tranquilidad la Guia T para seguir viaje.
Y me logró seducir bien al estilo de mujer histérica...dejando ver un poquito, mostrando muchas de sus mejores partes, y obviamente dejándome con ganas de volver a buscarla.

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